Como he visto que hay muchos "enamorados" del famoso pastel Red Velvet (terciopelo rojo), he pensado que os gustaría saber donde se remonta su origen, son curiosidades que nunca están demás saberlas, aunque en este caso, crea un poco de misterio, ya que no se sabe muy bien de donde procede este riquísimo pastel, pero si se barajan diferentes referencias que se remontan al siglo XIX.
La primera data en 1873, por aquel entonces había cierta tendencia hacia lo estéticamente bello, tanto a la hora de poner nombres evocadores a las cosas (como Velvet Cake “Tarta de Terciopelo" por su textura extremadamente fina y suave), como a rodearse de cosas preciosas en sí. La denominación “red” (“rojo”) parece deberse a que antiguamente era muy común utilizar azúcar moreno (ahora “bown sugar” antes “red sugar“) en la elaboración de una gran variedad de postres, dee ahí que hoy en día se llame Red Velvet Cake...aunque en el siglo XX llegaron los colorantes alimenticios y dió paso a intensificar ese color rojo que hoy en día apreciamos al comernos esta tarta.
Su sabor es tan bueno, que por lo visto creó impacto hasta el punto de ser utilizada en la publicidad del primer colorante rojo, el cual caía en picado ya que con la Gran Depresión de 1929 había otras prioridades a la hora de comprar y esta forma de publicitarlo, junto con la receta de dicho postre, hizo que en medio de la desolación y austeridad del momento, todo lo que estuviera relacionado con la Red Velvet causara sensación.
Aun así, existen multitud de leyendas urbanas sobre la repercusión que esta famosa tarta tiene hoy por hoy. Por un lado tenemos el mito del Waldorf Astoria Hotel. Corrían los años cincuenta, y por lo visto una mujer de la alta sociedad neoyorquina se encontraba en este hotel tomando esta decadente tarta como postre tras su cena. Tal fue su satisfacción que rogó e imploró al director del hotel para que le diera la receta. Hasta que finalmente éste acepto. A la hora de pagar la factura del hotel, la buena mujer se encontró con que había un cargo de, unos dicen que $100, otros que $200 y hay quien sostiene que hasta de $400, en concepto de venta de la receta. Tal ultraje le pareció, que nuestra dama envió una copia de la receta a cada una de sus amistades.
Hay quien también le atribuye el renombre de la Red Velvet Cake a la cafetería de la cadena de grandes almacenes Eaton en Canadá, cuya tarta se hizo famosa entre sus demandados postres y en la que todo empleado juraba mantener el secreto de la receta, por ello se piensa que su origen proviene de una invención de Lady Eaton.
Por otro lado, también están los que niegan la influencia de los colorantes que hemos mencionado anteriormente y sostienen que la escasez de azúcar durante la Segunda Guerra Mundial, diera paso a recurrir al zumo de remolacha (la que, supuestamente, le daba su característico color rojo).
También se atribuye su popularidad a la película “Magnolias de Acero”, en la que la tarta del novio (tradición sureña) es una Red Velvet Cake.
Incluso otros, consideran que el origen viene de Irlanda, donde existe una tradición bonita en la que antiguamente se juntaban los católicos, protestantes y no creyentes para celebrar el día del amor de todas las edades.
Imagino que como estas leyendas, habrán otras tantas, pero el caso es que no se sabe a ciencia cierta de donde proviene exactamente, lo que sí sabemos es que, hoy por hoy, sigue siendo un sabor que nos encanta a muchos de nosotros, y que la utilizamos en los momentos más especiales de nuestra vida, como cuando celebramos la Navidad junto a nuestros seres queridos y/o celebramos un momento romántico con nuestra pareja (de ahí que sea tan típica en San Valentín en muchos países).
Espero que os haya gustado y "tranquilizado" saber el origen de esta receta, aunque puede que más bien os haya creado más intriga al exponeros tantas procedencias....hacer lo mismo que yo...coger la que más os guste ;p jajajajajja realmente, yo me quedo con lo más bonito de cada una, así podré dormir mejor por las noches................
Dicho ésto...¡me voy a comer un trocito!
¡Un beso a todos!
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